Estigmatizados por una Legislación sin consenso, con unas bases inseguras e inadaptadas, con recortes en escuelas, institutos, universidades, sin becas y ahora... también se les corta el grifo a los Erasmus. ¡Dónde vamos a parar!
Puede ser que yo no entienda mucho de política y la verdad con lo que ya sé, me sobra para querer saber más, pero me resulta inaudito que un consejo de ministros se crea con la potestad suficiente de cambiar "democráticamente" a su antojo una ley tras otra sin pararse a pensar un momento, y sigan haciendo gala de una ineptitud marcada por la falta de medios económicos (el presupuesto de Educación cada año se recorta más) y por la falta de consenso (alarmantemente demostrado en la última Ley Wert).
¿Por qué en España es imposible llegar a un acuerdo consensuado cuando en otros países sí lo es? Considero que a lo largo de estos años la Educación ha sido menospreciada como si fuese un elemento de segunda y nunca se la ha considerado como una base imprescindible y fundamental para nuestro futuro, debido a esta concepción arraigada a lo largo de las distintas legislaturas, ningún político de turno se ha sentido presionado para valorar la Educación como un objetivo primordial para lograr avanzar.
Parece que por muchos años que hayan pasado la Educación sigue viéndose como mero sistema de adoctrinamiento y de control social, y nunca han querido valorarla como la piedra angular sobre la cual se formen los hombres y mujeres para un futuro mejor, y esa visión arcaica nos sigue pesando como una losa.
Ante esta realidad que nos ha tocado vivir, se hace más que nunca necesaria una reformulación del rol docente, su nueva contextualización ha de estar marcada por una visión de futuro enfocada hacia el progreso del alumno y del propio docente, juntos han de evolucionar y fortalecerse mutuamente.
Nuestra labor docente se hace más compleja y nos exige el dominio de estrategias pedagógicas que faciliten nuestra actuación didáctica, de aquí, que el proceso de aprender a enseñar es fundamental y necesario para comprender nuestra labor y sobre todo para aprender a disfrutar de ella.
Como profesionales debemos implicarnos en nuevos retos, en primer lugar evaluarnos a nosotros mismos, conocer nuestras debilidades y potenciar nuestros valores, adquirir herramientas teóricas, conceptuales y metodológicas que nos permitan conocer el medio en el que estamos trabajando. Sin olvidarnos, de la importancia de dominar nuestro campo de conocimiento específico, a la vez que seguimos profundizando, actualizando y renovando ideas, en permanente actualización.
Quitarnos el medio a la innovación, a probar cosas nuevas, a ir más allá, buscar la implicación del alumno, hacerlo partícipe, crear un ambiente propicio para la colaboración donde todos aprendamos, buscar el diálogo, estar abiertos a las preguntas. Saber valorar, planificar y organizar los contenidos en función de los objetivos perseguidos. Incorporar las Nuevas Tecnologías, sin tenerles miedo, sacándoles provecho, integrándolas en nuestras aulas.
Para mí, el reto está en llegar ser un "pedagogo-facilitador" marcado por una honda formación humana, convertirnos como docentes en agentes de cambio, comenzando por nosotros mismos, no estancarnos, abrir un nuevo horizonte a nuestros alumnos, saber orientarlos, hacer que el alumno aprenda a trabajar, no tenga miedo a investigar, a inventar, a crear, proponernos cambiar la mera memorización de teorías para pasar al hacer, saber hacer y conocer los caminos para poder hacerlo.
"Potenciar la función del profesor, adaptándola a una sociedad cambiante, reconocer la innovación y la investigación, modernizar las prácticas metodológicas y participar en los procesos de evaluación continua".
¿Cómo lo véis vosotr@s? Espero vuestras reflexiones...
No hay comentarios:
Publicar un comentario