¿Por qué defender este nuevo modelo? Creo que la respuesta es más que evidente, como docentes resulta necesario un cambio, puesto que día a día aparecen nuevas encuestas y estadísticas que demuestran que la clase tradicional en la que el docente explica la teoría para que los alumnos la memoricen no funciona. Por lo tanto necesitamos un cambio para intentar ser más eficientes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En un primer momento resulta difícil conseguir que esta "clase al revés" funcione sin una mayor implicación por parte del profesorado, tanto en tiempo, formación y nuevas tecnologías. A simple vista, podemos decir que se trata de una metodología más exigente para todos los que en ella se involucran.
"Quien se atreva a enseñar, nunca debe dejar de aprender..."
Ante este nuevo cambio de metodología cuál debería ser nuestro rol docente, es la cuestión que intentaremos respondernos teniendo en cuenta las características de la "Flipped Classroom".
Apoyándonos en la metodología de la "clase al revés" como docentes nos convertimos en facilitadores de la matería impartida en el curso, teniendo en cuenta que debemos seleccionar, planificar, organizar y crear las presentaciones de la información que consideramos pertinente para la materia.
Fuera de la clase, serán los alumnos los que deberán trabajar con los contenidos facilitados por el docente; trabajando así de manera independiente la materia y dejando para las clases el desarrollo de las actividades de aprendizaje que serán coordinadas por el docente. Dentro del tipo de actividades se persigue la participación y la colaboración, queremos que el grupo se involucre en las actividades planteadas, para ello el docente podrá apoyarse en actividades tipo como: la resolución de problemas, los trabajos por proyectos, los estudios de caso, el planteamiento de debates abiertos,...
En nuestros alumnos se centra el protagonismo de nuestras clases prácticas, el docente pasa a ser un organizador y guía en el proceso de aprendizaje, que proporciona los recursos y el apoyo necesario para permitir a los alumnos desarrollar y dar ritmo a su propio proceso de aprendizaje. El docente debe estar atento y dispuesto para:
- Responder y solucionar las dudas y preguntas planteadas por el alumno.
- Proporcionar retroalimentación periódica sobre el trabajo del alumno.
- Disponer de horas de tutoría personalizadas para ir constatando el avance del alumno.
- Proporcionar píldoras motivadoras y recordatorios de las tareas a realizar a lo largo del curso.
- Identificar los obstáculos y dificultades que se van presentando, ayudando al alumno a superarlas.
- Apoyar la comunicación a través del correo electrónico, los foros y chats abiertos.
- Compartir materiales a través del uso de plataformas de docencia en red como Moodle a las que el alumno puede acceder cuántas veces necesite.
- Implicar al alumno, hacerlo partícipe y protagonista en los debates y actividades prácticas planteadas.
- Favorecer el aprendizaje colaborativo.
- Permitir tener abierto un canal de comunicación de manera continua: correo electrónico, foros, chats, videoconferencias,...
- Primar la motivación, despertando el interés del alumnado por la materia, haciéndolo protagonista de su propio aprendizaje.
Como reflexión final para el rol docente del "aula al revés" me gustaría dejar marcada la idea clave para esta metodología que es que el alumno sea protagonista y desarrolle su proceso de aprendizaje desde el pensamiento crítico y solucionando distintos problemas complejos, apoyado por la presencia de un docente guía-facilitador que le ayudará a llegar al final del camino con éxito.
¿Seremos los docentes capaces de dar el giro?
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